Uno está asociado al calor caribeño,
y el otro, con el frío escocés. Sin embargo, ambas bebidas comparten una
característica que las asimila: el modo de consumo. Por qué el ron ahora
pretende el trono.
Lo dicen los bartenders, lo dicen las
grandes marcas, lo dicen los consumidores: el ron es el nuevo whisky. Una frase
hecha algo ingenua y marketinera, pero que esconde su cuota de verdad. Sin
dudas, resulta difícil equiparar ron con whisky. El primero nació en América,
con el descubrimiento de la caña de azúcar. El segundo tiene su origen en las
islas del norte europeo y se elabora a base de cebada. Los rones conocieron la
fama gracias al estilo cubano, ligero y traslúcido, perfecto para mojitos y
daiquiris. La tradición del whisky exige que se beba solo o como parte de
cócteles clásicos. Entonces, ¿dónde es que ambas
bebidas se cruzan? En la oscuridad de la barrica de roble.
En el afán de premiurizar (es decir, poder vender más caro) una
bebida, son muchas las espirituosas que pasan años dentro de barricas de roble
que aportarán sabor y color. Hay tequilas, piscos y ginebras
añejadas. Pero más allá de algunos buenos resultados, lo cierto es que el reino
de las bebidas añejas tiene rey (el whisky), reina (el brandy) y pretendiente
al trono (el ron). Justamente, los rones oscuros, de alto
precio y años de añejamiento, son los que marcan el nuevo rumbo de esta bebida
que la lleva a competir con los mejores whiskies del planeta. "Me parece imprudente poner el ron a la par de un scotch,
pero es verdad que la forma de consumo se está emparejando. Cada vez se beben
más medidas de ron (solo o con hielo), y también está de moda reversionar
tragos que originalmente se hacen a base bourbon", explica
Agustín Bertero, dueño y bartender del bar Duarte. Un buen ejemplo es el Ron
Fashioned que prepara Fernando Salto en la barra de Negroni Bar, al que le suma
profundidad con un almíbar especiado.
A lo largo de las últimas dos
décadas, el ron blanco se convirtió en la gran bebida del mundo, a través de
los daiquiris y mojitos. Esto hizo que muchos jóvenes conocieran esta
espirituosa. Y son esos mismos jóvenes, que hoy ya no lo son tanto, quienes
están potenciando la demanda. Los números mandan: en 2011, la
empresa número uno del mundo en bebidas alcohólicas, Diageo, pagó 100 millones
de dólares por el 50% de Zacapa, el ron de Guatemala considerado entre los
mejores del mundo. En 2012, el Gruppo
Campari desembolsó más de 400 millones de dólares por las
acciones del ron jamaiquino Appleton Estate, que
presentó su 50 Años a u$s 5000 la botella. Y si bien ese Appleton no se
consigue en la Argentina, aquí sí es posible probar el Havana Club Máximo Extra
Añejo, el ícono de la marca cubana, que se vende a $17.000 el medio litro. A
esta lista de rones añejos se suman más marcas, con precios que van de los $200
en adelante, como el clásico Bacardi 8 Años, el venezolano Santa Teresa (que
vende en el país su deliciosa versión 1796).
"El sabor del ron tiene algo que
ver con el del bourbon. Al hablar de un Ron Fashioned o un Cuba Libre, hablamos
de primos hermanos de cocktails con bourbon, como el Old Fashioned y el
whiscola. La diferencia es que el ron aporta mayor dulzura, hace los tragos más
amables", explica Juan Cruz Policella, detrás
de la renovada barra de Prado y Neptuno, el bar cubano de la Recoleta. Y,
mientras lo dice, abre una botella de Havana Club 7 Años y prepara un
Presidente: un cóctel clásico cubano, que le hace frente en sabor, elegancia y
profundidad a cualquier Manhattan de la ciudad.
Tres tragos a base de ron añejo:
Presidente
Prado y Neptuno (Ayacucho 2134)
2 oz de ron Havana Club 7 Años
1/2 oz de vermouth rosso
1/4 oz de Orange Curaçao
1 barspoon de granadina
1 golpe de Angostura Orange
Mezclar todos los ingredientes en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa de Martini previamente refrescada.
Prado y Neptuno (Ayacucho 2134)
2 oz de ron Havana Club 7 Años
1/2 oz de vermouth rosso
1/4 oz de Orange Curaçao
1 barspoon de granadina
1 golpe de Angostura Orange
Mezclar todos los ingredientes en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa de Martini previamente refrescada.
Flor de Martini
Duarte (Godoy Cruz 1725)
2.5 oz de ron Flor de Caña 7 Años
1 dash de licor de manzana
1 cdita. de jugo de lima
1 cdita. de almíbar
0.5 oz de jugo de manzana
1 gota de Jägermeister
Mezclar el ron, el licor, los jugos y el almíbar en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa de Martini previamente refrescada. Agregar al final la gota de Jägermeister con suavidad, de manera tal que flote sobre la superficie.
Duarte (Godoy Cruz 1725)
2.5 oz de ron Flor de Caña 7 Años
1 dash de licor de manzana
1 cdita. de jugo de lima
1 cdita. de almíbar
0.5 oz de jugo de manzana
1 gota de Jägermeister
Mezclar el ron, el licor, los jugos y el almíbar en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa de Martini previamente refrescada. Agregar al final la gota de Jägermeister con suavidad, de manera tal que flote sobre la superficie.
Ron
Fashioned
Negroni (El Salvador 5602)
1/2 oz de almíbar especiado de canela, anís y clavo de olor
1 cda. de azúcar
5 gotas de Angostura Bitters
2 gotas de Orange Bitters
3 oz de ron Habana Club 7 Años
Preparar directamente en un vaso de whisky. Colocar el azúcar, el almíbar, los bitters y mezclar. Agregar un hielo entero, el ron, una rodaja de naranja y perfumar con piel de limón.
Negroni (El Salvador 5602)
1/2 oz de almíbar especiado de canela, anís y clavo de olor
1 cda. de azúcar
5 gotas de Angostura Bitters
2 gotas de Orange Bitters
3 oz de ron Habana Club 7 Años
Preparar directamente en un vaso de whisky. Colocar el azúcar, el almíbar, los bitters y mezclar. Agregar un hielo entero, el ron, una rodaja de naranja y perfumar con piel de limón.