Cambiar implica una revolución en todos los niveles de la vida.
El cambio empieza a partir de la crisis, a la crisis se llega por diversos caminos cuando ya no quedan caminos.
El cambio comienza en la mente, con la reflexión, asumiendo, aceptando y dejando atrás la negación.
La negación es un mecanismo de defensa. Nos permite vivir en una anesteciada ilusión de normalidad.
Vivir en la mentira.
Cambiar implica compromismo, una lucha día a día por no volver a los malos hábitos. Por no dejarse vencer.
Aliento al yo que me mira desde el espejo. Lo animo y voy por más.
Porque yo quiero todo de la vida.
Y más.